El empresariado francés no logra unificar su opinión ante la aplicación del “IVA social”
Para las organizaciones empresarias las medidas de eliminar las cargas sociales a las empresas y aumentar el IVA, anunciadas recientemente en Francia, podrían significar un impacto «interesante» en la economía. Sin embargo, en un comunicado conjunto, entidades vinculadas al sector comercial señalaron sus temores.
Según fuentes del gobierno francés, las medidas anunciadas recientemente por el presidente francés Nicolás Sarkozy están orientadas a promover esencialmente una recuperación del empleo, y cuyo principal beneficiario sería el sector manufacturero.
Fue explícita la mención de que al quitar las cargas sociales de los empleados de los costos empresarios, los precios de las manufacturas francesas podrían bajar, haciendo nulo el aumento del 1,6% del IVA. Por lo tanto, la suba de este impuesto sólo afectaría a los productos importados.
Es obvio que el sector comercial que muchas veces no mide la importancia del empleo en su país respecto de sus ventas, apunta ampliar su rentabilidad con los productos a bajo precio importados de Asia. Como se ha demostrado en muchos países, esa es una ecuación rápida pero equivocada a mediano y largo plazo.
Sólo así se entiende que la FEH (federación de marcas de indumentaria), la SNCC (asociación nacional de las cadenas comerciales de calzado) y la UCV (entidad del gran comercio del centro) hablaran de su “temor a un impacto negativo sobre el consumo”.
Las tres organizaciones -no vinculadas a la industria- reclaman que la modificación del IVA no se aplique a la alimentación, que se reduzcan la contribuciones sobre los salarios bajos, y que el aumento del IVA no supere el 2% en los sectores afectados. Sobre este último punto no existen problemas ya que el ejecutivo galo anunció que el aumento es de 1,6 puntos.
El anunciado “IVA social”, término con que se conoce este plan pero que Sarkozy no utilizó en ningún momento, está pensado para cambiar la estructura de financiación de la seguridad social. El proyecto es que el aumento de impuestos signifique una reducción o la eliminación de las cargas sociales que debe pagar el empleador.
Sarkozy se ilusiona con el hecho de que la baja en los costos laborales, que en Francia duplican el costo de cada empleado, llevará a la baja los precios de venta de productos localese impulsará su venta. Por esto se dice que es una medida para apoyar la mejora del empleo en Francia.
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