Federico Brugnoli

En el mes de agosto, la industria Curtidora de Brasil (CICB) organizó la segunda edición del Foro de Sustentabilidad de la Industria del Cuero. Uno de sus cuatro panelistas fue el experto italiano Federico Brugnoli. Dado el interés que suscitó su exposición titulada “Barreras técnicas, certificación, legislación, reglas y procedimientos”, le solicitamos una síntesis de su intervención.

Escribe Federico Brugnoli

Ha estado creciendo la presión internacional en el sector de las curtiembres, debido a malentendidos comunes y a acciones de comunicación realizadas por varias organizaciones no gubernamentales. Ellas están más que nada asociadas al bienestar animal, a la contaminación generada por las curtiembres, las malas condiciones de trabajo.

En realidad, es esencial recordar que las curtiembres y, más en general, la cadena de valor del cuero transforma un subproducto de la industria alimenticia, perecedero e higiénicamente riesgoso, en un producto de alto valor agregado, estratégicamente económico.

Datos de la FAO muestran que el 99% del cuero producido en el mundo deriva de pieles en bruto y pieles de animales criados con otros fines, como carne, leche, lana.

En cualquier caso, la evolución de los contextos legales y los requerimientos del mercado, consecuencias de estas crecientes presiones, están haciendo que una creciente cantidad de información será requerida para acompañar los productos. Esta información es y estará relacionada con la seguridad, la protección ambiental, el bienestar animal, la responsabilidad social, la salud ocupacional y la seguridad.

Más información significa, por supuesto, más requerimientos. Estos requerimientos, en el mercado, podrían crear algunas barreras técnicas de hecho. Es decir, “un tipo de barrera no tarifaria relacionada con los estándares técnicos, regulaciones y un requerimiento de mercado aplicable a rasgos del productos industrial, procesos o métodos de producción que buscan proteger al medio ambiente y los consumidores”

Además, desde el punto de vista del mercado, algunas características técnicas específicas del producto, comportamientos de las curtiembres son comúnmente requeridas por los clientes. Esto es para reducir el riesgo de sufrir efectos negativos de imagen de marca por comportamientos no sostenibles de sus proveedores, a lo largo de la cadena productiva del cuero.

Para cumplir las diferentes legislaciones y satisfacer la mayoría de los requerimientos del mercado presentamos los diferentes requerimientos del cuero, en los diferentes pasos de la cadena de valor en los tres pilares de sostenibilidad.

La información de sustentabilidad del producto, la calidad y disponibilidad de la información relevante son elementos cada día más importantes para el desarrollo y marketing de productos de moda. Los consumidores primero preguntan sobre información confiable y certificada.

Se está pidiendo al sector que se enfoque en la situación de salud de los animales. El bienestar animal y la trazabilidad son cuestiones para las pieles en bruto en particular. Con relación a la información sanitaria, la legislación generalmente considera que las pieles en bruto son subproductos animales, donde certificados de salud reconocidos por las autoridades competentes deben acompañar los documentos comerciales.

El bienestar animal está raramente regulado de una manera abarcadotiva. La OIE (Organización Mundial de Salud Animal) y la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) son sujetos multilaterales reconocidos internacionalmente. Europa y muchos otros países (Estados Unidos, Australia, Nueva Zelandia, Suiza, Noruega) tienen legislaciones efectivas y vigentes sobre el tema. Con referencia a la trazabilidad, excepto por las pieles que caen bajo la convención CITES, no hay una legislación internacional. El instituto de certificación italiano ICEC está llenando el vacío con un esquema de certificación específico.

La sustentabilidad de los procesos de producción es evaluada sobre la base de reglas y conductas (a veces obligatorias y a veces implementadas a voluntad), sobre salud y seguridad en el trabajo, con garantías para los derechos de los trabajadores, muchas veces implementadas sin uniformidad en el mundo. Para proteger al medio ambiente, las curtiembres italianas gastan cerca del 4,3% de su producción, pero no es probable que esto ocurra en los lugares donde la legislación ambiental se impone con debilidad, con ventajas competitivas injustas. El mercado desarrolló certificaciones específicas, basadas en estándares reconocidos internacionalmente (ISO 14001, EMAS, OHSAS 18001, SA 8000).

Con referencia al producto, el mercado debe cumplir con la protección de los consumidores y el Asesoramiento del Ciclo de Vida. En general, los actores del mercado están de acuerdo con la reglas de Europa (Directive 94/11 EC), precisamente con lo que puede ser llamado cuero: “las pieles con su estructura fibrosa original más o menos intacta, curtidas para que no se pudran… Si la piel curtida se desintegra mecánica o químicamente en pequeños pedazos o partículas y luego se transforma en hojas u otras formas, esas hojas o formas no son cuero. Si el cuero tiene un recubrimiento en su superficie, independientemente de como haya sido aplicada, o un terminado pegado, estas capas de superficie no deben ser más gruesas de 0,15mm”.

Con referencia a la seguridad, en particular al contenido de químicos peligrosos en el cuero, todas las sustancias clasificadas como peligrosas para la salud humana estan sujetas a restricciones. Para cumplir con los requerimientos, las empresas deben identificar la fuente de sustancias restringidas (directas, indirectas), identificar el límite y el método de prueba, realizar las pruebas. Los límites y métodos de pruebas no están armonizados en todo el mundo. La asociación italiana UNIC realizó un trabajo de armonización y produjo un documento que permite saber con exactitud que límites químicos deben ser observados en cada país.

Con referencia al Asesoramiento del Ciclo de Vida, el foco internacional se encuentra en los límites del sistema. De acuerdo a UNIDO, para el cuero terminado realizado con productos de animales sacrificados para alimentación, el análisis computacional de LCA (y por lo tanto la huella del carbono) debe comenzar en el matadero y terminar en la puerta de la curtiembre. El principio es que en los subproductos de fuentes renovables, la huella del carbono debe ser asignada al “producto determinante”, es decir a aquellos cuya demanda determina la cantidad de la producción. Si estos animales son criados para producir carne, leche o lana, es sólo a ellos (y no al cuero) al que debe atribuirse el impacto al medio ambiente asociado con la agricultura.