Human Rights Watch, la organización no gubernamental (ONG) enfocada en los derechos humanos, denunció que las curtiembres ubicadas en el área de Hazaribagh, Bangladesh, no cumplen con las normas nacionales e internacionales.

Durante la edición de este año de la feria Lineapelle, la ONG afirmó que las empresas y consumidores solo deberían comprar productos ofrecidos por curtiembres que respetan los derechos laborales y de salud estipulamos por la ley.

Richard Pearshouse, investigador de Human Rights Watch, declaró que ″Hazaribagh es uno de los ambientes urbanos más contaminados del mundo.

El experto aseguró que el gobierno de Bangladesh debería ejercer un mayor control de la producción de cuero y ocuparse de la actual crisis de salud de los residentes del lugar y de los trabajadores de las curtiembres. Explicó que esto es esencial para proteger los beneficios económicos de la industria”.