La Unión Europea debate si se obligará a etiquetar los productos hechos en cuero
La Comisión Europea está discutiendo si se debe etiquetar introducir un sistema de etiquetado del cuero de autenticidad a los productos elaborados en este material, a nivel de la Unión Europea. Consideran este como un desafío particular al analizar diferentes políticas posibles.
El sector del cuero de Europa considera que tiene problemas relacionados a los productos que son etiquetados fraudulentamente como cuero o son falsificados. Algunos productos también pueden se definidos usando el término “cuero” de manera inapropiada.
En este sentido el sector destaca que etiquetado engañoso o fraudulento es perjudicial tanto para los negocios de la industria y como para los consumidores. Se considera que éstos en algunos casos no son correctamente informados, y en otros directamente son estasfados.
Por ese motivo se lanzó una consulta pública para todos los interesados con el objetivo de recopilar opiniones sobre cuán grave es el problema del etiquetado en los productos de cuero y la importancia e impacto de las opciones propuestas.
La consulta abarca a todos los productos de cuero –considerado este como ‘un material de origen animal’- y productos que tienen el aspecto del cuero pero se hacen con otros materiales. Como el etiquetado del calzado de cuero ya está regulado por la Directiva 94/11/EC (Directiva del Calzado), este sector específico está excluido del alcance de la consulta.
Algunos estados miembro de la Comunidad Europea, notablemente Austria, Bélgica, Francia, Italia, Lituania y España, implementaron sistemas de etiquetado para el cuero y productos de cuero, sin embargo, con alcances y reglas diferentes. Pero no hay un sistema de etiquetado para los productos de cuero en la mayoría de los países integrantes de esa región.
Además de los sistemas nacionales obligatorios, también hay una gama de estándares y sistemas de etiquetado voluntarios. En Italia y el Reino Unido, la industria del cuero tiene una marca colectiva, y en Alemania la industria desarrolló un estándar similar.
Los productos que podrían ser afectados por un etiquetado engañoso o fraudulento tienen un valor estimado de mercado de 1.100 -1.400 millones de euros, y el costo anual de litigar está entre los 1.600 y 4.100 millones de euros. Además, un 67% de los consumidores declaró que ellos mismos se sienten a veces o frecuentemente inseguros si un producto fue elaborado con cuero genuino o no. Por este motivo la Comisión está tratando de validar estas cuantificaciones.
El objetivos generales de la política propuesta son mejorar la competitividad de la industria y cadena de valor del cuero de Europa al asegurar un campo de negocios parejo; mejorar el funcionamiento del mercado interno para productos de cuero en la Unión Europea, al evitar la proliferación de iniciativas nacionales que pueden fragmentar el mercado interno y cuidar los intereses de los consumidores en torno a la información al asegurar que esa información sea adecuada
En el caso de los objetivos específicos estos fueron definidos como asegurar que los productos que circulan en el mercado de la Unión Europea sean adecuadamente etiquetados y que la denominación “cuero” sea solo usada en productos que son de origen animal; asegurar la aplicación de requerimientos armónicos en toda la Unión Europea y asegurar que los consumidores sean apropiadamente informados al comprar productos hechos de cuero o elaborados con otros materiales. Y también generar conciencia en los consumidores sobre los productos de cuero.
La campaña esta dirigida a organizaciones de ciudadanos y consumidores, organismos de control del mercado, otras instituciones gubernamentales, organizaciones de estandarización, laboratorios de pruebas, organizaciones intergubernamentales, grupos de interés (industria, vendedores minoristas, consumidores, ambientalistas), sindicatos, productores individuales, vendedores minoristas individuales, institutos de investigación y consultoras.
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