La grandes marcas de lujo se disputan la producción de los cueros de alta gama
La explosión en las ventas de marroquinería y calzado de lujo a nivel mundial ha suscitado tensiones sobre la demanda de pieles de alta calidad. Por esto, entre las grandes marcas se ha desatado una fuerte competencia por asegurarse sus fuentes de provisión. La industria francesa esta a la vanguardia.
Al comprar las empresas de sus proveedores, en algunos casos en su totalidad, las marcas buscan asegurar un abastecimiento prioritario. Demandan pieles hermosas, cueros exóticos, aquellas de fineza de grano o ausencia de defectos y, especialmente, de cueros de animales jóvenes.
Kering-PPR (Gucci, Bottega Veneta, Saint Laurent), propietario de la mayoría del capital de la italiana Caravel, acaba de anunciar la adquisición de la participación mayoritaria de la sociedad France Croco. Esta es una de las principales tenerías francesas especializada en el tratamiento de pieles de cocodrilo.
En enero de este año Hermès -ya autosuficiente en pieles exóticas con cuatro plantas en Francia, Estados Unidos e Italia-, concretó otra compra: la curtiembre de Annonay en la región francesa de Ardèche, uno de sus proveedores históricos de pieles de piel vacuna de alta gama.
En la primavera de 2012, LVMH (Louis Vuitton, Fendi, Céline) adquirió las tenerías Roux, en la región de Drôme, especializadas en el cuero de vacuno. A finales de 2011, el grupo ya había adquirido una participación mayoritaria en la sociedad Heng Long International de Singapur, una de las más grandes curtidurías de pieles de cocodrilo en el mundo, por € 92 millones.
Las pieles, tanto exóticas como otras de gran calidad, han ingresado en un terreno de gran disputa entre las empresas. Esto se refleja en lo dicho por Patrick Thomas, gerente de Hermès, durante la presentación de los resultados anuales de la empresa: “iremos hasta donde sea necesario para garantizar la unicidad de nuestros objetos”.
La tasa de autoabastecimiento de cueros bovinos de Hermès, que en la actualidad es menor al 10%, presentará un avance significativo gracias a su más reciente adquisición.
«En gran medida, los grupos de lujo ya han tomado sus posiciones con respecto a las pieles exóticas. Ahora el debate se muda a los cueros más clásicos», dijo Marc Willaume, director de PPR.
La actual baja en la disponibilidad de pieles -por disminución del consumo de carne y recientes sequías en varios países-, genera una creciente tensión en la demanda, y los precios suben.
Según Patrick Thomas, el incremento de precios va del 4 al 6% anual en los cueros de alta gama. Esto no incluye los efectos del tipo de cambio, que afectan especialmente a las pieles exóticas importadas.
No obstante, hay quienes estiman que es posible aumentar sustancialmente la oferta de pieles de calidad superior en la producción total de cuero de becerro. Para lograrlo será necesario mejorar y extender las buenas prácticas ganaderas y tomar las precauciones necesarias al transportar y desollar los animales. Actualmente cerca del 76% de las pieles francesas en bruto son vendidas, principalmente a Italia, que es su mayor comprador (70% de la exportación).
Francia, que cuenta con 20 curtiembres de bovinos y 27 de cabras y pieles exóticas. Con su calidad se asegura una posición de liderazgo en el procesamiento de pieles de becerro, cocodrilo, caimán, lagarto, serpiente y avestruz, muy requeridas en la industria del lujo.
La facturación de la industria curtidora francesa, que emplea a 1.500 personas, alcanzó un volumen de € 363 millones, en 2011, año en que logró un aumentó en 29%.
—————————-
Fashionmag / CueroAmérica
Comments are closed.