China desarticuló una organización que en 2 años ingresó al país 23.000 toneladas de pieles crudas (wet salted) que se destinaron a un circuito de curtiembres que trabajaban en negro. Las operaciones lograron realizarse a través de un resquicio legal, que no fue revelado.

Las autoridades chinas aseguran que es la operación más importante llevada a cabo por el policía aduanera, esta vez del distrito de Ningbo en la provincia oriental de Zhejiang. Se determinó que ingresaron 23.000 toneladas de pieles entre enero de 2016 y noviembre de 2017. Informaron que el contrabando se pudo concretar porque habían ideado un sistema ‘aparentemente legal’, cuyos detalles no fueron dados a conocer por la oficina interviniente.

La policía aduanera informó que fueron detenidas unas diez personas, integrantes de tres grupos de delincuentes de Zhejiang y Shanghai y otras ciudades. Una vez importada esta materia prima, la banda procedía a colocarla en un circuito de curtidurías ilegales. Además de los daños al estado por la elusión de impuestos, se destacó la falta de control de las pieles, que podrían generar tanto daños sanitarios como medioambientales.
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La Conciaria / CueroAmérica

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