En un comunicado que publicó a fines de julio, el Consejo Internacional de Curtidores (ICT, por sus siglas en inglés) reiteró una vez más que está profundamente preocupado por los proyectos de regulaciones destinados a eliminar de las cadenas de suministro productos que están vinculados a la deforestación. El texto aclara, una vez más, que los cueros son un residuo de la industria alimentaria de la carne y que de ésta depende si se mata o no un animal (vacunos, ovinos y caprinos).

La entidad, que reúne a las asociaciones de empresas curtidoras a través del mundo, recuerda que actualmente están bajo consideración en la Unión Europea, Japón, Estados Unidos y el Reino Unido regulaciones destinadas a garantizar que los productos que se ofrecen no tienen ningún vínculo con la deforestación.

“ICT apoya totalmente la acción para reducir la deforestación en las regiones forestales vulnerables del mundo y reconoce la necesidad de una mayor transparencia y trazabilidad en las cadenas de suministro para facilitar esas acciones -señala la entidad-. Sin embargo, tales acciones deben estar dirigidas a aquellas partes de la cadena de suministro que impulsan la deforestación, y no a los sectores asociados que no tienen influencia sobre ella”, como lo es el sector curtidor. Y agregó: “El cuero no impulsa la crianza del ganado, y la producción de cuero es todo menos incidental”.

El documento de ITC recuerda una investigación de 2021 de la Universidad Estatal de Montana, que muestra que la demanda de pieles para cuero no tiene una influencia directa en la cantidad de animales criados y sacrificados. “Como cliente de la industria cárnica, los productores de cuero no tienen influencia en las primeras etapas de la cadena de suministro y no están involucrados en el abastecimiento y rastreo del ganado”, dice el comunicado.

ITC señala que las pieles son de poca importancia para la cadena de valor de la carne, ya que representan un promedio del 1% del valor del animal. Además, el 40% de las pieles, a nivel mundial, simplemente se desechan. Y de las pieles que llegan a las curtiembres a menudo llegan sin información de trazabilidad, ya que las etiquetas y otras herramientas de identificación se han perdido en el matadero.

“La cadena de custodia y los requisitos legales para proporcionar información aguas abajo se aplican solo a la cadena alimentaria; los cueros y pieles normalmente no están sujetos a estos requisitos. Como tal, puede ser imposible para los fabricantes de cuero obtener información para cumplir con las exigencias de la legislación propuesta”.

El ICT reiteró que, ya sea que el sector del cuero pueda o no cumplir con los requisitos de estas regulaciones, no tendrá ningún impacto en la cantidad de animales criados y sacrificados y mucho menos en la cantidad de bosque talado para criarlos.

“Como tal, ICT cree firmemente que el cuero debe ser excluido del alcance de las regulaciones propuestas”, destaca. “Una regulación que elimine la deforestación de las cadenas de suministro de carne, por asociación, la eliminará de las cadenas de suministro de cuero sin necesidad de una regulación específica para el cuero”.

Los curtidores dicen que la industria mundial del cuero no niega su lugar en la cadena de valor del ganado, o que existe la posibilidad de que ciertas cadenas de suministro incluyan pieles procedentes de campos con riesgo de deforestación. Pero que “la producción de cuero no genera deforestación y no debe ser regulada como tal”.
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Ledatherbiz.com / CueroAmérica

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