Analistas del mercado ganadero de Argentina consideran que este año continúa la recomposición del rodeo iniciada en 2011, con lo cual el stock se acercará a 50 millones de cabezas. Asimismo auguran un aumento del nivel de sacrificios en este segundo semestre del año.

El especialista Ignacio Iriarte sostuvo en su publicación Boletín Ganadero que primero saldrán al mercado los animales criados en los feedlots, en el período de marzo a junio, y luego toda la hacienda pastoril-suplementada.

“De este modo -destacó Iriarte-, el envío total de ganado a faena durante el período que va de marzo de este año al mismo mes de  2013 será por lo menos 6% ó 7% superior al mismo lapso anterior.

El experto explica que el aumento será consecuencia de la recuperación de los nacimientos y del stock ganadero, después de dos años y medio de buenos precios.

En cuanto al stock ganadero, Iriarte anticipó que este año «crecerá entre 1,5 y 2 millones de cabezas», mientras la faena de hembras, tanto en términos absolutos como porcentaje de la matanza, sigue “extraordinariamente baja”.

De acuerdo con el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), el rodeo vacuno argentino actual ronda las 47,9 millones de cabezas, una cifra 16,7% menor a la registrada en el mismo período de 2008.

Otro especialista, Carlos Seggiaro, de la Fundación Fortalecer, señaló que el sector ganadero “vivió un proceso de liquidación pocas veces visto en la historia, que se expresó en una caída muy fuerte del stock”, que llegó a estar en 58 millones de cabezas en 2006-7, aunque afirma que ese proceso se revirtió a partir de 2010.

Desde hace una década la industria ganadera Argentina viene soportando diversos problemas. Uno muy importante es la pérdida de los mejores campos de cría para dedicarlos a la más redituable siembra de soja, fenómeno que es regional. Esto llevó al sector de cría y engorde a tierras marginales, con pasturas más pobres. El otro gran flagelo fue la sequía del período 2008/2010, que fue la peor en un siglo. La falta de alimento mató a muchos animales y obligó a enviar al sacrificio a un gran número, especialmente hembras dedicadas a la producción.