Escribe RICHARD SMITH

Richard Smith, experto en marketing en la industria del cuero, analiza la situación del mercado mundial de automóviles y la incidencia de su perceptible recuperación en la industria curtidora, dedicada a tapicería automotriz. Sostiene que la mejor performance de las industrias de EE.UU. y Europa, y el sostenido crecimiento de Asia, hacen prever mejores negocios pero también serias tensiones en los precios de las pieles.

El optimismo oculto en la economía de los Estados Unidos se está reflejando en el aumento de la venta de automóviles a medida que el consumidor recupera la confianza. Comprar un auto implica un desembolso importante y el comercio de automóviles nuevos está creciendo. Los analistas del sector automotriz prevén que el total de las ventas de autos en EUA llegará a 16.1 millones de unidades este año en comparación con la previsión anterior de 15.8 millones.

En agosto, la venta de autos subió 17% comparada al mismo mes de 2012 y éste es el ritmo de aumento más rápido desde octubre de 2007 – mes en que el índice Dow Jones alcanzó su máximo de 14.000  en aquel momento, y aproximadamente un año antes de la crisis financiera que golpeó el sistema bancario americano y se extendió por todo el globo.

Las ventas de automóviles son un indicador importante del gasto de los consumidores y corresponde a aproximadamente 70% de la actividad económica de los Estados Unidos. Actualmente, la economía del país crece a razón de un respetable 2,5%.

Han sido unos largos seis años para la industria automotriz norteamericana en que la GM y la Chrysler tuvieron que ser ‘rescatadas’ y reestructuradas. Planes de incentivo de “dinero por chatarra” fueron implementados en muchos países para mejorar y estimular las ventas estancadas en 2009. Muchos analistas dieron gracias a la China por ofrecer un mercado  nuevo y mucho más grande cuyas compras ayudarían a salvar a las empresas.

Además de la noticia de la mejoría en las ventas de automóviles en Estados Unidos, también hay novedades positivas de Europa. Según el The Sauer Report,  durante los primeros seis meses del año, la venta autos en Europa permanecían 6,7% por debajo de las del año pasado, pero las cifras de los últimos meses mejoraron un poco especialmente en dos de los países en peor estado económico, España e Italia. La confianza parece estar volviendo. Por otro lado, no teníamos suficientes pieles grandes y buenas para producir cuero de tapicería de primera calidad para automóviles.

A pesar de la desaceleración relativa de China (si es que 7,5% de crecimiento puede considerarse una desaceleración), se espera que las ventas de autos lleguen a casi 21 millones de unidades este año. Esto es una bendición y, al mismo tiempo, una maldición para los fabricantes de cuero de tapicería de automóviles. En primer lugar, es bueno tener demanda de más cuero para el tapizado  de vehículos y los bloques de pedidos llenos. Pero, por otro lado, con los precios históricamente altos de las pieles y la escasez de pieles grandes obtenidas de toros, asegurarse el suministro y pasar los costos a los clientes pueden ser un gran dolor de cabeza para los fabricantes de asientos para automóviles.

El sector de tapicería y los fabricantes de asientos responden por un alto porcentaje de la demanda de cuero, especialmente en el sector automotriz chino pues sus compradores tienden a preferir los asientos de cuero mucho más que en Europa o Estados Unidos. Los fabricantes de asientos y tableros de cuero deben guardar los retazos de cuero para usarlos en combinación con materiales sintéticos siempre que sea posible para mantener los costos bajos.

Mayores ventas de automóviles significan mayor demanda de cuero de primera calidad y éste está tornándose cada vez más caro, a medida que la demanda excede al suministro manteniendo los precios altos y limitando los márgenes de ganancia de los curtidores. A pesar de la gran cantidad de pedidos, los curtidores especializados en cuero de tapicería para vehículos continuarán enfrentando una situación compleja. Ni las ventas de automóviles ni el precio de las pieles caerán.

La solución encontrada por los curtidores deberá ser de largo plazo. Los rebaños bovinos de Estados Unidos, Argentina y otros países precisan ser reconstruidos en los próximos cinco años. Deben aumentar el abastecimiento y ayudar así a bajar el precio de la carne, incentivando la demanda y, por extensión, tornando las pieles relativamente baratas y fácilmente ubicables.

Es un malabarismo delicado para toda la cadena de provisión pero una cosa es cierta –por más compleja que sea–, la demanda de asientos de cuero permanecerá grande por mucho tiempo.