Frédéric Bodin, muestra orgulloso sus productos

Chanel, una de las más tradicionales casas de moda, acaba de comprar una no menos tradicional empresa: Bodin Joyeux. Con más de 150 años produciendo exquisitos cueros, esta adquisición se inscribe en la decisión de  marca de artículos de lujo de asegurarse la provisión de cueros de la más alta calidad.

La Chanel, tradional modelo de cartera que ya es un ‘clásico’

Siguiendo los lineamientos del proyecto Métiers d´Art, en los últimos años Chanel ha ido comprando las más antiguas casas de artesanos textiles de Francia para asegurar que la continuación de su actividad le permita contar con su provisión sin sobresaltos.

Desrues, Lemarié, Maison Lesage, Massaro, Goossens, Guillet, Atelier Montex, Causse y el recientemente adquirido Lognon son algunas de las empresas que ya pertenecen a la firma de lujo. Ahora le ha llegado el turno al curtidor Bodin-Joyeux, adquirido por la maison francesa recientemente.

La cuertiembre francesa Bodin-Joyeux

Creada en 1860, Bodin-Joyeux es una empresa familiar de curtidores con una larga tradición que se ha convertido en un colaborador habitual de la industria del lujo. Su producto estrella es la piel de cordero plongé. La empresa, que domina el ciclo completo del curtido, emplea hoy en día a unas 100 personas y produce 450.000 pieles al año.

Esta adquisición asegura la continuidad de la empresa mientras que Chanel garantiza la permanencia de Frédéric Bodin en la dirección de Bodin-Joyeux. No obstante el cambio de manos la curtiduría asegura que seguirá proveyendo a todos sus clientes, sin exclusividad.