El nuevo modelo de zapatillas Adidas que lleva unos grilletes de goma en los tobillos finalmente no llegará a los comercios: la marca deportiva decidió cancelar su comercialización tras las críticas que despertó antes del lanzamiento.

El principal detractor del modelo fue el reverendo Jesse Jackson, defensor de los derechos de los afroamericanos. «El intento de comercializar y poner de moda más de 200 años de degradación humana, cuando los negros eran considerados tres quintas partes humanos por nuestra Constitución, es ofensivo, terrible e insensible», disparó en una entrevista con la CNN.
«Quitar las cadenas de los tobillos y colocarlas en los zapatos no es progreso», añadió.

La polémica se agigantó en las redes sociales, donde miles de usuarios se expresaron a través de Facebook y Twitter en la misma línea que el reverendo Jackon. «Adidas quiere hacer glamorosas las cadenas, pero la esclavitud no fue jamás un juego», fue uno de los tantos mensajes.»¿Es una broma, verdad? Digan que se trata de un photoshop», fue otro.

De hecho, el nuevo modelo JS Roundhouse Mid Handcuff -que lleva unos anillos de goma amarillos- vio la luz a través del página oficial de Adidas en Facebook el jueves pasado, donde fue presentado bajo el slogan «Hay un calzado tan hot que deberás tener que encadenártelo a los tobillos». Debajo de la imagen comenzaron a apilarse los comentarios de rechazo.

La empresa trató de bajarle el tono a la hecho, pero tuvo que retroceder. «Adidas recibió tanto felicitaciones como críticas –se justificó-. Presentamos nuestras excusas a los que se sintieron ofendidos y retiramos nuestros proyectos de comercialización», comunicó la marca deportiva. La salida al mercado de las zapatillas estaba prevista para agosto.

El diseño estuvo a cargo de Jeremy Scott, quien siempre ha tenido un estilo «excéntrico», con creaciones de calzados deportivos que incluyen hasta cabezas de pandas o del ratón Mickey, recordó la firma.

Parece que banalizar el sufrimiento que representó la esclavitud para millones de seres humanos fue el límite que le puso la sociedad al marketing.