La campaña de PETA contra Hermés tuvo por objetivo producir una baja de sus acciones

La campaña de PETA contra Hermés tuvo por objetivo producir una baja de sus acciones

Con el argumento de ‘combatir el uso de pieles en accesorios’ la organización PETA que se dedica a denunciar el maltrato animal compró acciones de la firma francesa Hermès en la bolsa de París. Esto lo hizo después de lanzar una furiosa campaña que hizo temblar las acciones de la tradicional marca.

Como otras asociaciones autodenominadas ‘ecologistas’, los conductores de PETA están mostrando en qué han quedado sus loables objetivos iniciales. La entidad con base en Londres argumentó que su intención al comprar las acciones es «presionar a la compañía para que frene su venta de productos elaborados con piel de animales exóticos».

Quizás algo tuvo que ver su excelente performance de ventas en los últimos tiempos. Y quizás también se puede relacionar con esto su campaña de los útimos días que hicieron que la otrora imagen de la marca, la actriz y cantante Jane Birkin, solicitaba a la maison francesa que retire su nombre del bolso hecho con piel de cocodrilo. PETA había denunciado a Hermès por prácticas crueles a los animales y la estrella del cine francés no quiso quedar unida a eso.

La maison Hermès en la famosa Rue du Faubourg Saint-Honoré de Paris

La maison Hermès en la famosa Rue du Faubourg Saint-Honoré de Paris

PETA argumentó que “como accionista, podrá trabajar desde dentro para exigir una prohibición permanente de los accesorios hechos con pieles de animales exóticas, incluyendo los bolsos de piel de cocodrilo”, ha declarado la directora de la división de Peta en Reino Unido, Mimi Bekhechi.

Algunos ya se preguntan si la entidad tendrá ahora como objetivo ir por el mundo comprando empresas que manufacturan pieles de animales?

Aconsejada por PETA, Birkin alegó que una fábrica en Winnie (Texas) -que vende pieles a una curtiembre propiedad de Hermès-, emplea una serie de prácticas ‘inhumanas’ para la fabricación del afamado bolso, incluyendo el sacrificio de animales que «todavía son conscientes y capaces de sentir dolor».

Hermès respondió abrió una investigación y que la fábrica texana, que apareció en la investigación de PETA, «no pertenece a la compañía, ni la piel de cocodrilo que sale de ella es en ningún caso la que se usa en los bolsos modelo Birkin de la firma». Pero esa aclaración no le interesó PETA, porque es evidente que su objetivo era otro.
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FashionUnited / CueroAmérica
 


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