En el primer trimestre de 2017 las exportaciones de calzado de Brasil bajaron un 1,6% en pares. De enero a marzo vendieron 31,33 millones de pares que generaron US$ 259 millones, un 14,2% más en dólares, en comparación con igual período de 2016. Un panorama complejo, marcado por la apreciación del real. Por otra parte, el empresariado espera para este año una lenta pero consistente recuperación del alicaído mercado doméstico.

Los información sobre las exportaciones de calzado de Brasil fue difundida por la Associação Brasileira das Indústrias de Calçados (Abicalçados) y cuyo trabajo fue elaborado en base a datos oficiales.

Heitor Klein, presidente ejecutivo de Abicalçados

Para Heitor Klein, presidente ejecutivo de Abicalçados, por la apreciación del real frente al dólar, los precios de los productos brasileros de exportación aumentaron un 16%. De un precio promedio de US$ 7,12 pasaron a US$ 8,27 por par.

“En un primer momento, evaluando la cifra en dólares, podemos llegar a La conclusión de que los embarques aumentaron, pero no es lo correcto. Nuestro calzado, en virtud de la caída de la moneda norteamericana, quedaron más caros, pues nuestros costos son en reales, moneda hoy más fuerte”, comenta.

Destaca que en los últimos meses del año pasado -cuando las exportaciones aumentaron más del 30% – las colecciones se habían negociado con un dólar cercano a los R$ 3,60. “Las colecciones que están apareciendo ahora nos pedidod fueron negociados en noviembre, diciembre o enero, con un dólar a un nivel de R$ 3,10 a R$ 3,15. Por eso la caída ya puede ser verificada”, explica el directivo.

Según Klein, como la moneda norteamericana esta estabilizada en niveles bajos, la tendencia puede ser de baja todavía mayor a lo largo del año. “El cambio, en un nivel favorable, es un compensador para el alto costo que tiene producir en Brasil y que, invariablemente, nos quita competitividad en el exterior. Cuando el cambio no ayuda, se genera una situación realmente complicada”, completa Klein.

Fábrica de calzado

En los tres primeros meses de año, el principal destino del calzado brasilero fue El mercado de los Estados Unidos, hacia donde se embarcaron 3,16 millones de pares por US$ 48 millones, con bajas del 16% en pares y 3% en dólares, en relación con igual período del año pasado.

En este mismo lapso, el segundo destino fue Argentina, país que importó 2 millones de pares por US$ 35,65 millones, con un aumento en volumen del 50% y 104,5% en dólares.

El tercer comprador del período fue Francia, que importó 1,8 millón de pares por US$ 15,3 millones, números inferiores tanto en pares (-55%) como en dólares (-13,3%) en relación con el 2016.

La baja del dólar en Brasil perjudica las exportaciones y beneficia a lãs importaciones. “Con El dólar desvalorizado, los productos importados quedan más baratos, aumentando la presencia en el comercio minorista”, explica Klein. Después de haber caído más del 30% el año pasado, la entrada de calzado aumentó rápidamente en los primeros meses. Entre enero y marzo fueron importados 8 millones de pares por valor de US$ 100 millones, números todavía inferiores tanto en pares (-3,3%) como en dólares -(0,9%) en comparación con 2016.

Las principales orígenes de las importaciones fueron Vietnam (3 millones de pares por US$ 56,5 millones, incrementos de 0,8% e 4,3%, respectivamente), Indonesia (1,12 millones de pares por US$ 19,4 millones, con bajas de 9,4% y 11,5%, respectivamente) y China (3,15 millones de pares por US$ 11,2 millones, y bajas de 14,7% y 55,5%, respectivamente).

En materia de partes de calzados -capelladas, plantillas, suelas, tacos, etc.- las importaciones del trimestre también cayeron. En el período mencionado, ingresaron a Brasil el equivalente a US$ 3,18 millones de estos materiales, con una baja de 34,7% en relación con el año pasado. Los principales países de origen de los componentes fueron China, Vietnam y Paraguay.

Pero la industria del calzado de Brasil no solo sufre una situación compleja en el mercado internacional. Su mercado doméstico, que ha caído como toda la economía del país, sufre una situación de incertidumbre. La dirigencia tanto política como del sector empresario cree que ya pasó lo peor de la crisis y que este año el consumo comenzará a crecer.

La economista Patricia Palermo sostiene que la economía brasilera volverá a crecer en 2017. “Lo que veremos es que el escenario está basado en un trípode: incerteza política; crecimiento frágil, débil y lento y deflación”, comenta la profesional.

“Desde el punto de vista de la economía brasilera, el año 2017 puede marcar la recuperación, pero en forma diferente de otros momentos. La recuperación será lenta, en virtud de la situación financiera actual de las empresas y el alto grado de ociosidad en las empresas. El punto positivo que cabe ser mencionado es el proceso de desinflación por cual pasa Brasil, que posibilita un proceso de reducción de tasas de interés bancario, lo que ciertamente contribuirá al crecimiento del corto plazo”, asegura Palermo.

La industria del calzado, representada por Abicalçados, que tiene en el mercado interno más del 85% de sus ventas, está esperando una posible recuperación que, todavía débil, debe traer algún aliento para los negocios.

Según Patricia Palermo, Brasil probablemente crecerá en torno del 0,5% en 2017, siendo que tanto el consumo como la inversión contribuirán a la expansión de la economía. “A pesar del nivel de ociosidad elevado en la economía, la depreciación del capital promueve la necesidad de inversiones de reposición. Además de esto, cuestiones como el aumento de la confianza del empresariado, o el crecimiento reciente de la producción industrial es la expectativa de inflación controlada para 2017 y 2018, lo que promueve reducción de los intereses y crean un ambiente más propicio a las inversiones”, analiza la economista.
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Abicalçados / CueroAmérica

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