Fábrica de marroquinería

En los últimos dos años las industrias del calzado y la marroquinería de la Argentina están viviendo un período de fuerte y permanente caída de ventas, lo que ya ha producido innumerables cierres de empresas y reducción de trabajo en las que aún se mantienen en actividad. Una notoria baja en el consumo de su mercado interno y una masiva importación de productos están generando lo que no pocos califican de una “tormenta perfecta” que esta deteriorando a estos sectores.

En declaraciones a la prensa Horacio Moschetto, secretario de la Cámara de la Industria del Calzado (CIC), confirmó que en el sector existe un “sentimiento de profunda preocupación” al sostener que observan “alarmante que la caída del mercado interno es cada vez más acentuada”.

Horacio Moschetto, Secretario general de la Cámara de la Industria del Calzado

El dirigente empresario aseguró que la industria del calzado de Argentina venía creciendo en producción, hasta llegar a 125 millones de pares en 2015. Pero que, a partir del cambio de gobierno, el sector ya cayó por debajo de los 100 millones y que “la baja se sigue profundizando”.

La notoria disminución del poder adquisitivo de la mayor parte de los consumidores generó una importante baja en el consumo. Ese descenso se combinó con el aumento del casi 60% en las importaciones, luego de la liberación total que concretara la nueva administración desde 2016.

Según Moschetto, el ingreso de productos importados, lejos de la promesa de ofrecer mejores precios finales para los consumidores, sólo reemplaza el producto local. Además, algunos “grandes importadores tienen capital para financiar, lo que les permite entregar productos con más facilidades de pago, cosa que no sucede con los productores locales porque la cadena de pago actualmente es más corta”, explicó.

Ariel Aguilar, presidente de la Cámara Industrial de las Manufacturas Argentinas del Cuero y Afines

Para lograr una mejoría en el sector, el dirigente de la CIC pidió “tener un equilibrio en la administración de las importaciones”, y que se busque incrementar el consumo interno, hecho que “no depende ni de los productores ni de los consumidores”. “La gente tiene menos capacidad de compra a partir del aumento de tarifas de los servicios públicos”, remarcó Moschetto.

Por su parte, la Cámara Industrial de las Manufacturas del Cuero y Afines (CIMA) manifestó su preocupación ante un el aumento en las importaciones del orden del 51,44% en unidades registradas durante los primeros dos meses del año, comparados con el mismo período de 2017.

Asimismo, las empresas importadoras pasaron de 406 en 2015 a 1.420 en la actualidad. Según un relevo de la CIMA, durante el periodo enero-febrero de 2018 ingresaron al país 10.330.279 productos de marroquinería, mientras que en igual período de 2017, se importaron 6.821.567 de unidades.

En ese sentido, el presidente de CIMA, Ariel Aguilar remarcó que “el sector marroquinero siempre convivió con lo importado. Lo que ocurre hoy es que se han sumado actores de otros rubros, que solo importan mercadería, sin producir nada en el país. Eso está destruyendo a la industria local, llevando al cierre de fábricas y pérdida de empleo”, enfatizó.
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BAE Negocios / CueroAmérica

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