Volvo dice que los tapizados serán de lana.

La empresa automotriz sueca ha lanzado un nueva línea de automóviles con el lema “100% eléctrico – 0% cuero”, otorgándole al uso del cuero la misma gravedad que el consumo de combustibles fósiles. Como si reciclar un residuo que produce la industria cárnica fuera contaminante, y nada menos que tanto como el petróleo, que contamina cuando se lo procesa y cuando se lo utiliza. Es decir que Volvo esta cometiendo una estafa conceptual y hace un uso maquiavélico de un supuesto marketing ambiental.

Volvo anunció recientemente su plan de conversión de motores: para 2030, el 100% de los automóviles producidos serán eléctricos. El plan también incluye otros objetivos: “Para 2025, el 25% de los materiales en los nuevos Volvo estarán compuestos por componentes reciclados y de base biológica para luego convertirse en una empresa completamente circular para 2040” -aseguran-.

Sus objetivos son excelentes, salvo por un detalle totalmente incongruente: anuncia la eliminación del cuero de sus tapizados argumentando por “los impactos ambientales negativos derivado de la cría de ganado y sus “emisiones globales de gases de efecto invernadero”.

Nuevo Volvo, eléctrico y sin cuero.

La afirmación de la argumentación de Volvo propone la engañosa idea de que una nueva generación de motores ambientalmente más limpios es coherente con la exclusión de un material que ayuda a resolver un problema ambiental. Porque la industria del cuero, es decir el procesamiento de la piel de un animal que fue muerto para comer su carne, lo que hace es reconvertir un residuo -que representa millones de toneladas anuales de materia orgánica- en un material de gran utilidad. El cuero permite un uso muy prolongado, es resistente, confortable, abarca innumerables usos y puede lograr una gran belleza. Su procesamiento es cada vez más limpio y, que cuando culmina su uso, se puede reciclar o se degrada en poco tiempo, cerrando un círculo virtuoso.

Los argumentos de Volvo para justificar su publicidad son intrincados. Parece que el fabricante de automóviles sueco considera insostenible la industria ganadera, y por eso deja de utilizar el cuero. Pero parece olvidar que la cría de los animales se realiza por el exclusivo y excluyente motivo del consumo de su carne, y no aconseja dejar de comerla, por lo que la decisión de Volvo, lejos de tener un efecto positivo, ahondará el supuesto problema. Situación -las de las pieles-, que crece día a día, y que si no se procesaran las pieles que quedan luego de la faena, el problema ambiental podría escalar en forma dramática.

Por si acaso, ya hay quien ofrece butacas de cuero para el nuevo modelo.

Hace muchos años el tecnólogo brasilero Adolfo Klein enunció, en un congreso de técnicos del cuero en Bolivia, que ésta industria debería ser considerada básicamente ecológica, por resolver el problema de las pieles que quedan tras el sacrificio de los vacunos y otros animales. Los participantes del congreso acabábamos de visitar una planta de procesamiento y teníamos en nuestra retina el momento en que le quitan el pellejo a los vacunos. Pero Klein le puso números al problema y nos nutrió de las cifras, en millones de toneladas, de pieles que se apilan cada día en los mataderos de todo el mundo. Eso fue hace muchos años, pero hoy el portal leatherbiz.com de la prestigiosa colega World Leather, tiene un sector que aporta datos actualizados. Sin duda, impactantes.

La gente de Volvo dice que quieren “contribuir al bienestar animal ayudando a la reducción de la demanda de cuero”, como si en algún lugar del mundo se matara a un vacuno para utilizar su cuero.

Sin duda los publicitarios de la empresa sueca buscan seducir con la ‘onda vegana’. Pero la traicionan. En vez de esclarecer e informar, de cuidar el ambiente, sólo buscan ganar dinero.

La publicidad de Volvo no informa de qué material harán los tapizados de sus magníficos automóviles eléctricos. Descartamos que sean productos provenientes de materiales fósiles, pero sería bueno que difundieran el costo ambiental de los materiales que utilizarán. Seguramente se sorprenderían de los problemas que genera la producción de muchos de los materiales vegetales que tienen ‘in mente’, de los cuales hasta el momento ninguno tiene el largo y efectivo rendimiento del cuero.

Entonces, la falta de congruencia nos hace pensar que sólo es una acción promocional. Marketing del peor. Un golpe bajo a la credibilidad de una compañía.
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Mauricio Herzovich – CueroAmérica

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