Industria curtidora en India.

La industria curtidora india atraviesa un momento de zozobra por dos factores que se han combinado en los primeros días del año. Por un lado, el aumento de los contagios y la obligación de aislamiento de las personas infectadas, que ha hecho que miles de trabajadores no puedan presentarse a su trabajo. Por el otro, una nueva ley que entró en vigencia en un importante región del país, que castiga la compra, venta, transporte y faena de bovinos.

Desde este año, la comercialización de ganado vacuno puede ser penado con hasta siete años de prisión y multas que pueden llegar a las 500.000 rupias (unos 6.000 euros). La Ley de Prevención del Sacrificio y Preservación del Ganado solo prevé excepciones para búfalos mayores de 13 años y ganado con enfermedades terminales, pero solo con la certificación de un veterinario. Hasta el momento ya han sido detenidas unas 500 personas entre ellos curtidores y trabajadores de mataderos.

Si bien la ley se aplica únicamente en el Estado de Karnataka, esta región es una de las principales productoras de cueros del país. En este conflicto intervienen creencias religiosas de la mayoría hindi, que chocan contra el espíritu empresarial de otra parte de la sociedad (mayormente musulmana) y la necesidad de la India de mantener sus exportaciones de cuero y sus manufacturas. Por un lado, la tradición hindú prohíbe la matanza de vacas. Pero esta prohibición es soslayada por el sector que profesa otra religión, que es el que se dedica mayoritariamente a la actividad del cuero.

Sunshine Tanning Industries esta en el distrito de Kampur, India.

En otra oportunidad en que las autoridades nacionales por cuestiones políticas limitaron el comercio y la faena, las exportaciones indias de cueros, calzado y marroquinería cayeron fuertemente afectando las cuentas fiscales. Luego de ese gravoso traspié a nivel nacional no se planteó una nueva medida que afecte todo el país, pero ciertos gobiernos estaduales retomaron el tema.

El aumento de casos positivos de Covid-19 que se viene registrando en el país ha producido que más de 300.000 trabajadores del sector no se están presentando en sus lugares de trabajo. La pandemia también impide que los migrantes lleguen a los centros de producción para reemplazar a los empleados aislados.
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La Conceria / Cuero América

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