Un exejecutivo de un proveedor de tecnología que colaboró con Nike en el proyecto para repatriar la fabricación de calzado a los Estados Unidos, asegura que concretar esa exigencia -generada por el gobierno de Donald Trump- demandaría un proceso muy costoso, lento y difícil para las empresas.

Ante los elevados aranceles que se aplicarían a las importaciones procedentes de países asiáticos, el Wall Street Journal preguntó a Tom Fletcher, exvicepresidente sénior de Flex, sobre proyectos anteriores para trasladar la fabricación de Asia al otro lado del Pacífico.

Tom Fletcher, exvicepresidente sénior de Flex y asesor de Nike.

Flex, un proveedor de tecnología de producción automatizada con sede en Texas, comenzó a trabajar con Nike en 2015. Esto siguió al éxito de Flex al ayudar a Apple a establecer la producción de algunos de sus productos en los EE.UU.

La ambición de Nike era establecer una planta de producción de calzado en México con un alto nivel de automatización y que produjera decenas de millones de pares de calzado deportivo al año para 2023. También se esperaba que la fábrica de México sirviera de modelo para la creación de instalaciones similares en Estados Unidos. Sin embargo, a principios de 2019, ambos socios dieron por finalizado el proyecto.

Uno de los mayores problemas que encontraron se centró en la automatización, que requería que los procesos de producción fueran simples y fáciles de repetir millones de veces. Por el contrario, la forma, los materiales y los colores del calzado deportivo cambian con mucha frecuencia. La suavidad de muchos de los materiales del calzado deportivo representa otro desafío.

Tom Fletcher explicó que el equipo de Flex tardó ocho meses en encontrar la manera de automatizar el logo de Nike en una zapatilla. Después de ocho meses, Nike ya había optado por un nuevo modelo, para el cual la idea del logo automatizado de Flex ya no funcionaba.

En declaraciones al WSJ, Fletcher declaró que aún cree que es posible la producción altamente automatizada y a gran escala de calzado deportivo en suelo estadounidense. Sin embargo, afirmó que la experiencia de Flex al intentar establecer esto con Nike había sido, sin duda, una experiencia aleccionadora.

Si los nuevos intentos de hacer esto tienen éxito ahora, dijo Fletcher, las empresas involucradas necesitarán tener «mucho dinero y paciencia porque no va a suceder rápidamente».
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footwearbiz.com / CueroAmérica

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