La industria de Argentina cae más del 30% en tres años y no vislumbra su recuperación
Las industrias del sector calzado, marroquinería, accesorios y moda viven en Argentina una acelerada caída. La asfixia les llaga simultáneamente por varias vías y que mantienen su marcha forzada, y están produciendo una baja de producción de más del 20% desde fines de 2015. La situación ya produjo el cierre de varias grandes plantas y centenares de PYMEs, con la consiguiente pérdida de unos 14.000 puestos de trabajo.
La fuerte caída del consumo local -por la pérdida de poder adquisitivo de los salarios y bolsones de desocupación- y una disputa de mercado con la avanlancha de productos importados, que crecieron más del 53%, golpea a la industria por el lado de las ventas. Simultáneamente, los costos crecen de la mano del aumento de los servicios (energía, transporte, etc.), insumos (por la devaluación) y laborales (esencialmente por la disminución de la producción de escala).
La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) informó que en agosto la producción de las PYMEs industriales -en general- cayó 6,4% frente a igual mes del año pasado. De los 11 sectores relevados que cayeron, las bajas más acentuadas estuvieron encabezadas por los rubros «Calzado y marroquinería» (-8,8%), acompañado por «Productos textiles y prendas de vestir» (-8,3%).
Ese mes sólo se registró crecimiento interanual en 31,4% de las industrias PYMEs, cosa que se logró debido al comienzo de las ventas de la nueva temporada. La porción de empresas en baja fue del 55,1% y el resto se mantuvo sin cambios. Los datos de la economía aseguran un futuro de mayores dificultades para el resto del año y el 2019.
En cambio, las industrias de “Calzado y marroquinería” fueron el sector en donde menos empresas registraron crecimiento, dado que sólo 11% de las firmas consultadas declararon aumentos en su tasa de producción anual.
A la fuerte baja en el consumo se le agregaron agravantes como las altísimas tasas de interés crediticio, los altos niveles de endeudamiento y la extensión en los plazos para cobrar la producción vendida, fueron factores que repercutieron en la rentabilidad de las industrias.
Además, la situación es compleja por el vertiginoso aumento en los costos. La amplia devaluación de la moneda produjo aumentos de los insumos importados o de los que están “dolarizados”, y muy especialmente las subas de energía. Éstos no se pueden trasladar a los precios de venta debido al mercado deprimido y las industrias tratan de absorber las subas, a costa de su rentabilidad.
El contexto general de la economía argentina también produce graves problemas en la cadena de pagos, que genera más pérdidas y dificultades financieras. “Se da un incremento de la insolvencia de clientes”, señalan empresarios del sector.
En general la industria argentina sigue produciendo con altos niveles de capacidad ociosa, promediando el uso de la capacidad instalada volvió en agosto, al 53,7%. En el sector calzado y marroquinería esto llega a más del 60%.
Daniel Risafi, prosecretario de la Cámara de la Industria del Calzado (CIC), explicó que “los industriales están sobrestockeados, lo que reduce aún más la capacidad productiva. Es probable que cuando finalicen de vender el stock, la situación pueda comenzar a reactivarse”, explicó
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CAME / CueroAmérica
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