En los últimos años, Amazon.com Inc. ha gastado miles de millones de dólares en nuevos almacenes que han mermado sus beneficios, explicando a los inversores que no tenía más remedio que satisfacer la creciente demanda de los consumidores. Pero según los analistas, Amazon ha construido demasiado y demasiado pronto.

El mayor minorista online del mundo anunció el jueves una cifra de 2000 millones de dólares en costes adicionales por tener un exceso de capacidad de abastecimiento y transporte, un cambio drástico respecto a hace apenas dos años, cuando Amazon tenía que rechazar los productos de los comerciantes porque solo tenía espacio para suministros vitales.

Brian Olsavsky, director financiero de Amazon.

La compañía está reduciendo sus planes de gasto de capital para 2022, dijo su director financiero, Brian Olsavsky. Amazon gastará menos en proyectos de abastecimiento este año que el pasado, mientras que las inversiones en transporte serán planas o ligeramente inferiores.

La nueva realidad comenzó a surgir a mediados de 2021. Amazon estaba en camino de duplicar su red de almacenes y entregas, una hazaña necesaria por la adopción por parte de sus consumidores de las compras en casa para evitar infecciones de Covid-19 en las tiendas. Por primera vez, el espacio no era la principal limitación del minorista; era la mano de obra para dotar de personal a las instalaciones. A la escala de Amazon, eso significaba contratar a 270 000 trabajadores en seis meses.

Después de las vacaciones de Navidad, la demanda de los consumidores disminuyó, como siempre. Los resultados de Amazon mostraron que las ventas online se redujeron con respecto al año anterior. Las tiendas físicas atrajeron a los compradores una vez que la ola de ómicron remitió, y otros tuvieron que elegir entre comprar productos o llenar sus coches con gasolina a un alto precio. Amazon comentó que los patrones de pedidos se han mantenido iguales.

Sin embargo, Olsavsky dijo a los periodistas que la empresa parecía estar «sobredimensionada para la demanda actual». Él expresó que Amazon no se arrepentía, y más tarde indicó a los analistas: «Muchas de las decisiones de construcción se tomaron hace 18 o 24 meses, así que hay limitaciones en lo que podemos ajustar a mitad de año».

David Glick, un ex vicepresidente de Amazon que ahora es director de tecnología de la empresa de distribución bajo demanda Flexe, manifestó que el espacio extra no era un gran desafío.

«Puede que Amazon se haya adelantado un poco en la capacidad de distribución, pero crecerá en ese exceso de capacidad durante el próximo año», aseguró. Un nuevo programa para que Amazon almacene y envíe los productos que los comerciantes independientes venden directamente a los consumidores, conocido como Buy with Prime, también puede ayudar.

Amazon acabará necesitando estos almacenes, coincidió Michael Pachter, analista de Wedbush Securities. Pero la declaración de Amazon no ha servido de consuelo.

«¿No vieron venir esto cuando construyeron todos estos centros de distribución?», preguntó Pachter, señalando cómo Amazon duplicó más de dos décadas de capacidad en sólo 24 meses. «¿Por qué no hacerlo en 48?».

Los ingresos operativos cayeron un 59 %, hasta los 3700 millones de dólares, en el primer trimestre, mientras que un descenso de las acciones de Amazon en el fabricante de vehículos eléctricos Rivian dio lugar a la primera pérdida neta de la compañía desde 2015.

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