Fábrica de calzado.

De acuerdo a informes del sector En el último tiempo se han multiplicado los despidos y cierres en el sector. La caída abrupta de las ventas y la apertura de las importaciones coloca a los fabricantes de calzado deportivo en una intrincada situación que no encuentra salida. En total, desde diciembre de 2024 a la fecha han sido despedidos 546 trabajadores del sector calzado deportivo. Si bien los empresarios confían en que las ventas repunten durante el año, la alicaída economía argentina no da señales de recuperación.

Tres grandes fabricantes en Argentina han achicado su plantel en los últimos meses y una empresa directamente decidió cerrar sus puertas. La marca Topper despidió a una veintena de operarios de su planta ubicada en Aguilares en la provincia de Tucumán. Hace unos pocos meses, la empresa ya había desvinculado a 120 personas alegando “exceso de stock y falta de ventas”. Otros empleados de la firma debieron adelantar sus vacaciones o tomarse licencias adeudadas.

Una situación similar se vivió en la planta de Puma ubicada en La Rioja donde 23 trabajadores fueron despedidos. El motivo otra vez fue la falta de ventas y la apertura de las operaciones. Para evitar más despidos la empresa llegó a un acuerdo con la Unión de Trabajadores de la Industria de Calzado (UTICRA) y se comprometió a conservar el personal a cambio de achicar una hora la jornada laboral.

Biocontinentar, por su parte, que en agosto de 2021 había inaugurado su planta en la localidad de Chivilcoy en la provincia de Buenos Aires también recurrió a despidos. La compañía, que llegó a tener hasta el 2023 un plantel de 500 operarios, desvinculó a 130 empleados y se quedó solamente con 40 trabajadores para producir su marca propia Argie. Bicontinentar producía calzado deportivo para marcas como Le Coq Sportif, Under Armour y New Balance, Hush Puppies, Diadora, Lacoste, Montagne, entre otras.

La brasilera Dass, que fabricaba zapatillas para Nike, Adidas, Fila, Asics y Umbro comenzó despidiendo 80 personas, pero la reducción de personal no alcanzó para superar la crisis y finalmente cerró sus puertas, cesó a 360 trabajadores.

Horacio Moschetto, presidente de la Cámara de la Industria del Calzado (CIC) calificó la situación como “preocupante” y señaló que “la caída de la producción en el sector es del 15%, las ventas disminuyeron 20% y las importaciones de calzado terminado crecieron 50%”.

Por su parte, Jorge Fugaracho, delegado regional de la Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado de la República Argentina manifestó la preocupación del sector sindical: “Con el inicio del gobierno de Javier Milei, sabíamos que el plan económico iba a afectar a la industria, pero la crisis de hoy ya es muy grave”, aseguró.

Los cierres de fábricas y despidos en se dan también otros sectores de la industria del calzado, en general pequeñas empresas, pero todavía no se conocen los datos exactos.
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BAE Negocios / CueroAmérica

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