La marca argentina de calzado Lonte, de la familia Tenuta, anunció que cierra definitivamente sus puertas, tras de 50 años en el mercado. Este decepcionante final para uno de los más calificados productores locales de calzado, es otro de los resultados de la actual pandemia.

La empresa fue fundada hace medio siglo en Buenos Aires por Carmelo Tenuta y cuya obra continuaron sus hijos Mario y Carmelo. La empresa producía y comercializaba calzado de alto nivel y contaba con puntos de venta en destacadas zonas en la ciudad de Buenos Aires.

La despedida de Lonté.

Al despedirse la empresa manifestó en las redes sociales que “Han sido 50 años de desafíos, ilusiones, esfuerzo y entusiasmo de todos los que formamos parte de la marca a lo largo de tantos años. Siempre en busca de la perfección, innovación, distinción y elegancia para las mujeres argentinas que nos siguen desde hace tantos años y para quienes esperamos haber estado a la altura de las circunstancias! Las despedidas nunca son agradables, pero queremos compartirles que nos vamos con la satisfacción del deber cumplido!”.

El rubro del calzado fue uno de los más golpeados por la crisis provocada por la pandemia. Los locales estuvieron cerrados la mayor parte de la cuarentena, pero también hubo un descenso de la demanda por la falta de necesidad de compra y de situación económica.

La reconocida marca de zapatos es una de las tantas historias de empresas y comercios que no lograron sobrevivir a la pandemia de coronavirus y a la cuarentena de cinco meses decretada por el Gobierno Nacional.

Mario y Carlelo Tenuta, hijos del fundador de Lonte.

De acuerdo con el último informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en julio las ventas de calzado, medidas en cantidades, tuvieron una reducción general promedio del 44,9%. Pero que llegó al 67% en la zona de la ciudad de Buenos Aires y su conurbano”, lo que generó el quebranto de las empresas.

En el mismo sentido, los datos de la Fundación Observatorio Pyme señala que en Argentina, pese a las amplias ayudas que generó el gobierno, un 8% de las pequeñas y medianas empresas están en riesgo de desaparecer. Se estima que son unas 61.000 empresas que emplean a 263.000 trabajadores. Los sectores más afectados son el comercio y las microempresas.
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La Nación / CueroAmérica

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