Una reunión de empresarios convocados por el proyecto Eco-Challenge.

La globalización inversa en la industria del calzado va tomando forma en España de la mano de un grupo de 46 compañías que integral el proyecto Eco Challenge. Es un proyecto común liderado por la firma Simplicity Works que pretende llevar nuevamente a Europa buena parte de la producción de calzado que actualmente, y desde años, se fabrica en Asia.

Para concretarlo en un tiempo cercano se ha creado un consorcio que cuenta con el impulso de las entidades españolas del sector: FICE, AVECAL, AEECC y el centro tecnológico INESCOP. Además, ha participado en la convocatoria del Ministerio de Industria para la identificación de los PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica) sobre los que apoyar la ejecución de los fondos Next Generation EU. Cuenta además con el apoyo de la Generalitat Valenciana, región de gran densidad de la industria del calzado.

Ezequiel Sánchez, director del proyecto Eco Challenge, presentando la tecnología «3D Bonding».

El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha mostrado su firme respaldo al proyecto como parte de las 20 iniciativas consideradas como tractoras para la región. En este sentido, las define como parte de la “globalización inteligente”; aquella que construye sobre la “digitalización, la sostenibilidad y la cooperación” y que permitirá “recuperar la producción deslocalizada” con importantes beneficios para todo el territorio.

Hay una propuesta de reducción en los costos de fabricación, iniciativa que supondrá la generación de innovaciones en cascada en las casi 50 empresas participantes. Ya sean en logística, distribución, gestión integrada de cadena de valor, fabricación automatizada, gestión inteligente de datos mediante IA o integración retail-fabricación.

“Nos hemos fijado el objetivo de culminar el año 2026 con el Eco Challenge suministrando 24 millones de pares anuales a la industria global del calzado desde el nodo fabril de Elche. Para ello, comprometeremos una inversión estimada de 170 millones de euros”, apunta Ezequiel Sánchez, director general del proyecto. “Solamente si existe una ventaja en costos sobre Asia conseguiremos alcanzar el volumen objetivo”, añade.

Eco Challenge arrancará este año con la puesta en marcha de la fábrica LAB o fábrica laboratorio. En ella se invertirán 2,5 millones de euros y que será el punto de partida a este ambicioso proyecto. Este centro de producción dará trabajo a más de un centenar de profesionales y tendrá capacidad para suministrar alrededor de 600.000 pares de zapatos anuales. Su potencial ha hecho que se haya convertido en uno de los 20 seleccionados en el marco de la estrategia de recuperación valenciana y que opta a los fondos Next Generation EU, como proyecto tractor.

El objetivo es lograr, en un horizonte de 2-3 años, crear un centro industrial para el clúster del calzado. Generará en torno a 1.000 empleos y permitirá la fabricación anual de 3,6 millones de pares de zapatos.

El modelo espera consolidarse en 2026, con la plena integración de todos los procesos en el mismo punto neurálgico. Esto se traducirá en 8.000 puestos de trabajo, entre empleos directos e indirectos, y la capacidad para generar 24 millones de pares de zapatos al año.
La apuesta por la economía circular del proyecto permitirá la reutilización de 50.000 toneladas de desechos de la industrial al año, una vez consolidado el modelo Eco Challenge.
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Pinker Moda / CueroAmérica

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