COTANCE, la federación de los curtidores y las entidades de las industrias de Europa, reclamaron a las autoridades de la U.E. que celebren y ratifiquen el histórico acuerdo UE-Mercosur, en busca de asegurarse la provisión de materias primas más económicas. Por esto, sostienen que este pacto es un “imperativo económico, social y geopolítico para la UE”. Explica que “en términos económicos, significa el acceso a materias primas clave para la transición verde y digital”. Aseguran que también que conduce a la “creación de decenas de millones de puestos de trabajo en Europa” y al “acceso a un mercado de 270 millones de consumidores”. Los curtidores europeos ratifican que “significa una oportunidad única de reforzar la asociación con uno de los mayores proveedores mundiales de pieles y cueros”. Esta urgencia esta ligada a las dificultades la guerra Rusia-Ucrania genera para proveerse de pieles.

La carta del 11 de enero de 2024, dirigida a Roberta Metsola, Presidente del Parlamento Europeo, Carlos Michel, Presidente del Consejo Europeo, y Úrsula von der Leyen, Presidenta de la Comisión Europea, hace un llamado a los líderes de la U.E. y del Mercosur para que concluyan rápidamente las negociaciones comerciales sobre los puntos pendientes y opina que “no hay tiempo que perder”.

Trabajadores de una curtiembre italiana procesando pieles en wet blue.

“la existencia del acuerdo UE-Mercosur impulsará la integración de nuestras economías y ayudará a diversificar nuestras cadenas de valor tanto para las importaciones como para las exportaciones. Esto es clave para la competitividad de nuestros sectores orientados a la exportación que crean decenas de millones de puestos de trabajo en Europa y proporcionan una contribución esencial a la prosperidad y el nivel de vida de los ciudadanos europeos”.

También ayuda a promover la autonomía estratégica abierta de la UE en tiempos de crecientes preocupaciones por la seguridad económica al asociarse con países de ideas afines”, apunta COTANCE y las otros sectores industriales europeos.

Los europeos empujan la negociación porque dicen que “el acuerdo ofrece a Europa una oportunidad única y oportuna de aprovechar su ventaja de ser el primero en asociarse con una de las economías más grandes del mundo. Un acuerdo ayuda a reducir significativamente las altas barreras arancelarias y no arancelarias que afectan negativamente las posibilidades de las empresas europeas de competir en el mercado relativamente cerrado del Mercosur, con más de 270 millones de consumidores”.

Es importante reconocer las enormes oportunidades que ofrece el acuerdo, que ayudará a mantener una estructura industrial fuerte en la UE, incluso en las zonas rurales, y así salvaguardar los empleos y el bienestar de millones de ciudadanos europeos. Dado que la UE carece de reservas sustanciales de materias primas clave necesarias para la transición verde y digital y que se espera que una proporción sustancial del crecimiento global provenga de fuera de la UE en la próxima década, nuestras industrias necesitan mercados de exportación abiertos para vender bienes y servicios europeos y adquirir materias primas a precios competitivos. Por tanto, el acuerdo es un imperativo económico, social y geopolítico.

Como ha ocurrido a los largo de la historia, los europeos buscan sólo comprar materias primas baratas y vender productos manufacturados y servicios, sosteniendo su eterna política proteccionista. Ése ha sido el freno esencial que ha tenido hasta ahora la concreción del acuerdo, dado que varios países Europeos rechazaron limitar subsidios y protección en sectores en que países del Mercosur son igual o más competitivos.
——————————————
COTANCE / CueroAmérica

———————————————–
Para comunicarse con CueroAmérica: contacto@cueroamerica.com